lunes, 3 de enero de 2011

Marcela Araujo Vicepresidenta de Brasil


Es decir; es la esposa del vicepresidente del Brasil.

Su cuerpo de modelo y su blusa marrón captaron la atención de todas las miradas en Brasil. Marcela Araujo, la esposa del flamante vicepresidente de Brasil, se convirtió en "el" tema de la asunción de Dilma Rousseff y su equipo.

Marcela tiene sólo 27 años, 43 menos que su marido, el nuevo vicepresidente de Brasil, Michel Temer. Los brasileños que la descubrieron el sábado pasado se quedaron con la boca abierta ante esta belleza rubia, alta, finísima.

¿Se acordará de los pobres?

La casa de Gran Hermano y el desastre de los integrantes


El despelote de los "chicos" que ya no son tan chicos y se comportan como adolescentes, armaron guerras de almohadones, rompieron 6 micrófonos, tubos fluorescentes, picaportes de las puertas, rompieron cámaras, e hicieron un desastre y todavía pretenden tener razón.

¿Acaso son nenes de jardín de infantes que hay que decirles "chicos no rompan las cosas que cuestan" semejantes "pelotudos" y todavía se hacen los ofendidos porque Gran Hermano le ponen una sanción.

En su vida jamás habrán tenido ni lo mínimo que tienen en esa casa y se creen vivos rompiendo las cosas que le ponen para sus comodidad. Ellos eligieron estar allí, no piensan que hay otros que ni siquiera tuvieron un brindis para fin de año, ni un pan dulce o una pata de pollo.

¿Son o se hacen? Cuando le preguntaron si en su casa rompen las cosas, uno de ellos dice: "En casa rompí millones de cosas" ¿Pero donde vivís, gil, si en tu vida habrás tenido una casa como esa con pileta de natación y todas las comodidades?

Lo que da bronca no es que se hallan descontrolado, sino que quieran tener razón, ¿Se pensaran que los televidentes son boludos?
En el otro programa Chiche mostraba a una periodista que compartía un asado en la Nueve de Julio con la gente sin techo, grandes y chicos, y veías como la gente comía ese asado con ganas, hacía años que algunos de ellos no sabían lo que era un fin de año, mientras los pelotudos estos sin cerebro dejaban una pobre imagen de una realidad que solo viven aquellos que se pueden dar el lujo de tener 30 años y comportarse como un chico de 13.

Opinión de un televidente