Como se plantan allí, los héroes de Tinogasta,
Se plantan porque no quieren ver, sus recursos desbastados,
Se plantan porque también, su habita es asolado.
Pero se viene el malón de una loca represión,
Más dura, porque insólitamente, es de un gobierno votado, la dramática disuasión.
Mira como defienden los recursos extranjeros,
Salen a pegar con palos, perros y escopetasos, sin tener contemplación,
Es que el dinero extranjero los hace sentir más nacionalistas aún,
Vendiendo a sus ciudadanos, su agua, su tierra y su paz,
Pensando que así también podrán comprar voluntades.
Salen los judas como hongos en neutras provincias hoy,
También los hay en todos los sectores, venden su gente y se venden al mejor postor,
Pero ellos se dicen así mismos: nacionalistas y cuidadores de los derechos humanos,
Hay, hay, que grande les queda el título,
Mientras golpean allí a los ambientalistas de Tinogasta,
Sus heridas surcan también millones de corazones,
Que miran con estupor la salvaje represión.
Al ruedo cayó también una niña discapacitada, muchos niños, y aún, las madres atrincheradas,
Como resisten allí, los héroes de Tinogasta, mientras aquí en Capital, se hacen los pelotudos,
Quienes flameaban ayer sus banderas de notable humanidad, hoy prefieren callar,
Pues, intereses multiillonarios pueden más que un país sano, libre y soberano.