¿Por qué el mundo no se acabó ayer
La NASA está tan segura de que el mundo no llegará a su fin el 21 de diciembre de 2012, que ya publicó un video sobre la noticia para el día después.
22 de diciembre de 2012: Si usted está leyendo esta historia… eso significa algo: El mundo no se acabó ayer.
De acuerdo con informes de los medios acerca de antiguas profecías maya, se supone que el mundo se destruirá el 21 de diciembre de 2012.
Pero parece que no será así.
"Todo esto se malinterpretó desde el inicio", comenta el Dr. John Carlson, quien es el director del Centro de Arqueoastronomía. "El calendario maya no culmina el 21 de diciembre de 2012 y no había una profecía maya que asegurara el fin del mundo para tal fecha".
Carlson es un científico experimentado; es un radioastrónomo que obtuvo su título estudiando galaxias distantes. Él se interesó en el fenómeno de 2012 a principios de los años '70, mientras asistía a una reunión de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (Association for the Advancement of Science, en idioma inglés). Allí aprendía sobre la perdida civilización maya.
Hace muchos años, en la región en donde actualmente se encuentra la selva tropical de Mesoamérica, prosperó una gran civilización. La gente de la sociedad maya construyó grandes ciudades, templos ornamentados y pirámides con forma de torre. Durante su máximo esplendor (alrededor del año 800 después de Cristo), la población estaba compuesta de más de 2.000 habitantes por milla cuadrada (aproximadamente 2,5 km cuadrados); esto se puede comparar con la actual densidad demográfica de la ciudad de Los Ángeles. Los mayas dominaron la astronomía, desarrollaron un elaborado lenguaje escrito y dejaron exquisitas obras y artefactos para la posteridad.
Lo más irresistible para Carlson fue el sentido maya del tiempo. "El tiempo usado por los mayas supera por mucho cualquier escala de tiempo que usen los astrónomos modernos. De acuerdo con nuestra ciencia, la Gran Explosión (Big Bang, en idioma inglés) ocurrió hace 13.700 millones de años".
"Hay fechas y referencias de tiempo en las ruinas maya que se extienden más allá de un billón de años anteriores a este momento".
El Calendario del Largo Conteo maya fue diseñado para hacer un seguimiento de intervalos largos de tiempo. "Es el calendario más complejo jamás desarrollado por los seres humanos en cualquier parte del mundo".
Al usar la escritura tipográfica moderna, el calendario se asemeja al odómetro (el dispositivo que cuenta los kilómetros recorridos) de un automóvil. Consta de un sistema modificado de base 20, en el cual dígitos giratorios representan potencias de 20 días. Debido a que los dígitos son giratorios, el calendario puede "dar un vuelco entero" y volver al punto de inicio (repitiéndose a sí mismo); esta repetición es clave para entender el fenómeno del año 2012.
De acuerdo con la teología maya, el mundo fue creado hace 5125 años, una fecha que la gente de la era moderna referiría como el "11 de agosto de 3114 Antes de Cristo". En ese tiempo, el calendario maya se veía así: 13.0.0.0.0
El 21 de diciembre de 2012, el calendario se verá exactamente de la misma manera: 13.0.0.0.0
En el lenguaje de los estudiosos de los mayas, se leería 13 Bak'tuns o 13 veces 144.000 días transcurridos entre ambas fechas. Este era un intervalo significativo en la teología maya; sin embargo, agrega Carlson, no era de tipo destructivo. Ninguna de las miles de ruinas, códices y rocas erguidas que los arqueólogos han examinado hablan del advenimiento del fin del mundo.
La ciencia moderna concuerda con esto. Expertos de la NASA recientemente expusieron sus hallazgos al público en una reunión auspiciada por Google.
Don Yeomans, quien es el jefe del Programa para Objetos Cercanos a la Tierra (Near-Earth Object Program, en idioma inglés), de la NASA, aseveró que no hay asteroides ni cometas conocidos que puedan estar en colisión directa con la Tierra.
Ni tampoco hay un planeta malvado que venga a destruirnos. "Si hubiese cualquier cosa similar a un planeta que estuviera dirigiéndose hacia la Tierra", dijo David Morrison, un astrobiólogo de la NASA, "sería ya en estos momentos uno de los objetos más brillantes en el firmamento. Todos en la Tierra podrían verlo. No es necesario preguntar al gobierno, solo vaya afuera y observe. No está allí".
Por su parte, Lika Guhathakurta, jefa del programa de la NASA denominado Viviendo con una Estrella (Living with a Star, en idioma inglés), agrega que el Sol tampoco representa una amenaza. "El Sol ha estado activo durante miles de millones de años (mucho antes de que los mayas existiesen), y nunca antes destruyó el mundo".
"Actualmente, el Sol se aproxima a su máximo de actividad dentro de su ciclo de 11 años", comenta Guhathakurta, "pero se trata del más débil de los máximos de los últimos 50 años. Informes que indican lo contrario representan simples exageraciones".
¿Qué pensaría un antiguo maya acerca de todo este alboroto? Carlson cree conocer la respuesta.
"Si pudiésemos traer a un maya al tiempo presente, el diría que el 21 de diciembre de 2012 es una fecha muy importante. Muchos mayas creían que los dioses que habían creado el mundo hace 5125 años regresarían. Uno de ellos, en particular, es una deidad enigmática conocida bajo el nombre Bolon Yokte' K'uh, quien, al regresar, realizaría antiguos ritos de pasaje para sentar orden en el espacio y el tiempo y para regenerar el cosmos". El mundo sería renovado, no destruido.
"He estado esperando experimentar este día durante más de 30 años", comenta.
Para él, "experimentar el 21 de diciembre de 2012" significa visitar la tierra de los mayas en Yucatán y pensar sobre la cúspide de su civilización, cuando los humanos de antaño contemplaban la extensión del tiempo en órdenes de magnitud más allá del horizonte moderno.
Y… por supuesto, apreciar el hecho de que el mundo no se acabó ayer.