jueves, 22 de noviembre de 2012

El crimen de ser rico



Inspirado por el enojo de Campanella, (El director de las película, "El secreto de sus ojos") escribí esta nota. Situación en la cual el cineasta se mostró indignado por una actuación  en donde se utilizó a niños de segundo grado para hacer una parodia política del cacerolazo argentino del 8N.
Este es lo que sale en el vídeo y se utiliza a niños escolares de segundo grado: El video subido a YouTube (se puede ver en You Tuve) muestra una representación de alumnos de segundo grado. Allí se puede ver a tres chicos, con todo el candor y la gracia que pueden tener los nenes de siete u ocho años, protagonizando una obra en la que uno de los personajes trama un plan para quedarse con el dinero de otro y así "comprar muchos dólares".
Avisada de que la Presidenta "achicó la cantidad de dólares que se pueden comprar y vender", el personaje –Rosaura- habla con su abogado para "organizar un cacerolazo". El abogado le responde que es una medida lógica, pero la nena que interpreta a Rosaura se indigna:
"¡Esta Presidenta sólo piensa en la gente pobre! ¿Y qué hay de los ricos?", exclama. Y luego, ya sobre el final, insiste: "Mi plan fracasó, me doy cuenta que vivo en un país donde sólo se piensa en la gente pobre. Reciben planes que lo único que hacen es fomentar la vagancia. Yo sólo quería ser más rica, tener dólares". En la obrita, termina mal, porque "la mató la ambición".

¿Cual es mi punto de vista como ciudadano argentino? Porque yo soy pobre y cacerolo, y apoyo el cacerolazo de los argentinos. ¿Porque se cae a niveles tan bajos de inculcar a los niños de que los que tienen dinero son malos y los pobres buenos y victimas?.

¿Desde cuando en una sociedad donde conviven pobres, ricos y clase media en una total armonía, se pretende sembrar el resentimiento y envenenar a niños de segundo grado escolar con sentimientos de fracaso y resentimiento?
¿Es malo el rico? ¿Hay que odiarlo porque tiene casa amplia, autos, empresa o negocios? Nunca se le podrá inculcar a un niño el sentimiento de superación si arrancamos con malos sentimientos. 
Es un error hacer creer a la sociedad de gente pobre que los que no quieren a la presidenta son los ricos, y es sumamente repugnante hacerles creer que a ella no la quieren porque ella ama a los pobres.

Eso es un delirio, más propio de un manicomio que de una sociedad, en la vida hay que aprender a convivir, trabajar, negociar, no dejarse manipular por el otro, porque eso es propio de la convivencia, de la interacción del trabajo, de la vida y de la sociedad. 
El ciudadano de clase media no es un mal tipo, quizá sea el patrón del padre de uno de los mismos chicos que hicieron la parodia. La sociedad en su conjunto funciona de esa manera, yo soy trabajador y ofrezco mi servicio de electricista, pintor o albañil a gente de clase media, ¿para quien voy a trabajar? ¿para el otro que es más pobre que yo? 

No se entiende a los que pretenden ser los conductores de toda una parte de la historia del país, ¿Como lo harán? Hoy inculcan el odio y mañana les entregaran las armas para que esto se transforme en un medio oriente sin paz? ¿Hacia donde quieren llevar el país? ¿Son sus intenciones oscuras y funestas? 

Yo he sido pobre, soy pobre; pero trabajador, mi esposa trabajó de cama adentro en una familia cuya señora o patrona fue más que una madre para ella en su juventud. Me crié en una casaquinta donde el dueño era un ejemplo de persona para mi y me inculcó los mejores valores de la vida. Trabajé casi treinta años de mi vida como independiente, conocí gente buena y gente mala, gente cumplidora y gente cagadora, buenos y malos tanto pobres como ricos. ¿No entiendo cual es la diferencia, ni cual es la desesperación de los simpatizantes del gobierno, por no decir del gobierno en sí, en ganarse simpatías a costa del odio y el resentimiento.

¿Quien es la presidenta? el Robyn Hood de los pobres, o el don Neuros, quien al repartir decía: "Una para vos, cieeeeen para mi" No se entiende que grado de educación tienen los directivos de una escuela para hacer un daño semejante, porque el primer damnificado es el mismo niño, quien crece deforme porque siempre creerá que los ricos tienen obligación de darle a los pobres y nunca entenderá que el pobre debe esforzarse y hacer sus propias riquezas a partir del trabajo, el negocio y la superación.

He criado seis hijos con los mejores valores, ellos son trabajadores, luchadores, aman el progreso, se superan y no embargan ningún rencor, saben que salen a la vida y nadie les regalará nada; pero también saben que deben ser buenos administradores de sus logros y así aprenden a crecer y multiplicar sus ganancias. 

En mi hogar supimos sufrir, soportar necesidades y hasta falta de alimentos, en la crisis de Alfonsín año 1989 me vi obligado a salir con un carrito a juntar chatarra para no morir de hambre con mis hijos, pero siempre salimos adelante y nunca abrigamos el sentimiento de que lo que me pasa a mi es por culpa de lo que el otro tiene. 
Espero que no sea en vano hablar de valores y mucho menos si quienes pretenden ganar el amor de los más necesitados lo hacen desde la comodidad de un inmerecido confort.