sábado, 28 de noviembre de 2009

Estoy despierto a las tres de la mañana y mi corazón late con fuerza,
¿Será mi alma de padre que se detiene a mirar por la ventana?
O ¿será el silencio de la noche que trae sus inquietudes de temor hasta mi almohada?
El silencio se interrumpe por el eco de sus pasos ya lejanos,
Y el aroma de la brisa que recuerda su cabeza acurrucándose en su almohada.