jueves, 6 de enero de 2011

El caso Barreda


Luego de una paciente espera, Ricardo Barreda, el cuádruple homicida de su familia, habrá cumplido con la promesa de invitar a su pareja a cenar en un coqueto restaurante de Belgrano . Una sala de feria de la Cámara de Casación de la Provincia resolvió otorgarle la libertad condicional y de esa manera el odontólogo podrá salir de la casa , en la que cumple arresto domiciliario desde 2008.

¿Víctima o victimario?

El sujeto que mató a su mujer, su suegra y a sus dos hijas cuenta su versión, a su modo de ver, por supuesto, porque lamentablemente las cuatro víctimas no están para contar su verdad. Ahora se puede, entre comillas, entender hasta cierto punto que haya matado a su suegra y su mujer; pero ¿y sus hijas? el tipo es un parricida, no se puede entender que haya matado a sus hijas y va a ir a cenar a un restaurante como un gran señor.


Las verdaderas víctimas pasan a ser las victimarias según su versión, y él, una pobre víctima, el sujeto fue capaz de matar a sus hijas, es capaz de cualquier cosa, fue suficientemente inteligente para no dejar ningún testigo y a través de los años dejar una versión ante la opinión pública solo desde el lado que le conviene.

La mujer que le abrió la puerta de su casa no sabe a que clase de maniático tiene a su lado, la escuché decir: "Es un caballero" Sería bueno que sepa, que todos los que están presos son unos caballeros y sobre todo los asesinos, mientras estés de su lado; pero ¿que va a pasar el día que tengan un conflicto? una discusión o puntos de vista encontrados, ¿Siempre tendrá que darle la razón?

No digo que no haya que darle una oportunidad en la vida, pero él a sus víctimas no le dio ninguna, tampoco digo como dicen algunos: "Que se pudra en la cárcel" pero en todo tiene que haber un equilibrio.

No nos engañemos, muchas mujeres van a buscar novios a la cárcel, te diré, trabajé como voluntario ayudando a los privados de la libertad durante más de 25 años, en la Unidad 5 de Mercedes, cárcel de máxima seguridad no conocí uno que se reconociera culpable, creamos un hogar transito para albergar presos hasta que se puedan valer por si mismos, al principio eran todos unos "caballeros" después de un tiempo, cuando le vuelven los berrinches, todos nos pagaron mal.

No digo que no haya que ayudarlos, yo lo he hecho y después de muchos años pude ver algunos resultados; pero eso es tarea de personas preparadas para dicho fin, las mujeres que creen que pueden ayudarlos a cambiar solo con amor, tengan cuidado, no sea que después se lleven una desagradable sorpresa y no sepan como dar vuelta atrás.