viernes, 2 de septiembre de 2011

Candela y el silencio

Candela, cuantos comentarios, cuantas preguntas y cuanta impunidad reviste su causa, sin embargo como ciudadano, solo el silencio puede ahondar en su precoz y triste desenlace

Candela, la Nación llora por ti, niña, tan fresca y tan radiante, el dolor te llamó temprano y cruel, acovijandote en su misterio y trama.

Inocente, como una flor en un verano bochornoso, como una tenue luz que parpadea en una oscura velada de infortunios.

Ayer te vi, cruzando sobre valles de esplendores y agitando tu elegancia de niña jugetona y descuidada, venida al mundo a corretear como si fuera un juego.

¡Que rápido el despertar se aproximó a tu ventana! ¡Que augurios turbulentos de complicidad y espanto arrebato tu grata inocencia y te cubrió del trágico mamarracho del destino!.

Candela hoy guardo silencio por tí y en mi interior anido un duelo, acongojado y triste, por esa niña de las que todos hablan, de las que todos dicen, que conocí en los medios, pero que es la niña argentina que nos hizo llorar a todos, sin más palabras que las que lleva el viento.

(Autor Charlypol, para Candela)